No se engañen artistas, autores, y otras personas creativas: cobrar dinero para acceder a sus trabajos es moralmente reprensible. Pueden discutir la semántica todo lo que quieran y llamarlo “vender” a “clientes” que “compran” tu “producto”. Pero el resto de nosotros sabemos que no es más que despotismo opresivo y tiránico.
Las opiniones expresadas en este artículo son intencionalmente absurdas, y no se pretende que sean tomadas en serio. Debo decir esto, porque esto es el Internet.
En el mundo antigüo, un rey déspota de una tierra lejana podía exigir tributo a la gente conquistada a cambio del “valioso” servicio de no violarlos o saquearlos. Esto hace contraste con el hecho que normalmente, la gente conquistada tendría naturalmente el derecho de vivir sus vidas sin ser violada o saqueada. De la misma forma, cuando publicas un trabajo cultural digitalizado en una “tienda” en línea como iTunes o Amazon, estás exigiendo que la gente te de dinero a cambio del “valioso” servicio de acceder a una no escasa, sin rival, colección de datos infinitamente redistribuíble. Esos dos escenarios — antigüo y moderno — son perfectamente análogos, y son ambos moralmente reprensibles.
Por lo tanto, no es un embellecimiento el llamar “déspota” a una persona creativa que cobra dinero por una distribución digital. Ustedes sucios, reprensibles déspotas, ustedes. No hay nada hiperbólico en de comparar una reliquia brutalmente violenta de la historia a las idiosincracias del MP3 y cosas de hoy en día.
Ustedes déspotas no tienen respeto por toda la gente que trabaja duro para hacer posible la producción de creatividad. Si eres un autor, ¿cómo podrías escribir tu novela si nadie hubiera inventado la palabra “el”? ¿O la idea de párrafos u oraciones? ¿O los tropos narrativos y literarios que usaste o subertiste conscientemente (porque eres tan postmoderno)? Tomaste todas esas cosas del común cultural, y el común cultural está hecho del trabajo de todos libremente accesible y modificable. Si todos exigieran el sacrificio ritual de dinero para acceder y transformar su trabajo, entonces nadie agregaría nada nunca más al común. ¿Qué, quieres que todo se detenga? ¿Para siempre?
Ahora, dado lo innegablemente correcto que estoy acerca de todo esto, probablemente te has dado cuenta que soy un tipo lo suficientemente inteligente para ser realista. Y los soy. Soy extremadamente inteligente. Tengo derechos de edición sin límites en el blog de uno de los 100 Pensadores Globales de la Revista Política Exterior, así que soy obviamente mejor que tú.
Por lo tanto, entiendo la naturaleza humana. NO estoy diciendo todo esto para intentar detener a cualquiera para que no sea malvado, déspotas de oscuro corazón que exigen tributo monetario de los aficionados inocentes a la cultura. Si un ser humano puede extorsionar monetariamente a otro sin piedad, lo hará. Eso es sentido común, y ninguna cantidad de creciente evidencia biológica y antropológica que indique lo contrario puede cambiar esto. Pero no me pidan que me guste. No me pidas ser tu amigo si exiges dinero para leer tu libro, ver tu película, escuchar tu música, o lo que sea que tu hagas.
Afortundadamente para la decencia humana, sé que es un mito que el exigir dinero a cambio de la cultura es un proceso sencillo. Por ahora, es un ejercicio no trivial para la gente sin acceso a equipos legales o de relaciones públicas. Eso es el por qué de, a pesar del hecho de que la mayoría del arte y la cultura que disfruto está detrás de una pared de dinero en algún sitio, aún así he experimentado un mierdero de todo eso sin estar obligado a pagar La gente más normal (quiere decir, opuestos a las divas petulantes o los que impulsan por el pro-copyright) no pueden ser molestados con el toma y dame de entradas de blog furiosas y de auto-engrandecimiento o demandando a sus fans entusiastas. Ellos solo quieren que la gente disfrute de sus trabajos.
Pero en el gran plan de todo -donde todos ustedes malévolos, déspotas despreciables son irrelevantes- no hace nada para apaciguar mi furia sin fin en contra de ustedes, la cual no es quisquillosa. No me importa que sus exigencias despóticas de tributo no tengan impacto discernible en la vida de nadie al final del día. Si cobran dinero para acceder a su producción creativa, entonces están cometiendo un crímen en contra de la humanidad.
Pueden decir, por qué Zacqary, esa es una afirmación audaz. A lo que yo respondería, no: fue una declaración en cursivas. Esta es una afirmación audaz. N. del T. en inglés las palabras usadas para decir audaz y negrilla (para el estilo de letra), es la misma: bold. Es un juego de palabras.
Si quieren hablar de realidades económicas frías y duras, hablemos. Pero no traten de discutir semántica. No traten de ganar ventaja moral. No importa lo que digan en una discusión semántica o moral acerca de estos problemas, siempre estarán equivocados.